Una más y van...

Los medios tienen la culpa. Los periodistas tienen la culpa. Los otros tienen la culpa. Siempre es mucho más fácil destacar la deficiencia del otro para no ver ni reconocer los errores propios.

La presidente de los argentinos, Cristina Fernández de Kirchner, dedicó todo un discurso a criticar a los medios que no informan “cosas lindas” (no es la primera vez que lo hace, pero esta vez se ensañó). "Parece ser que hay una prohibición decretada, desde algún lugar, de que informar que pasan cosas buenas en la República Argentina es algo molesto", disparó.

Para la Presidente, las palabras escritas y orales e imágenes visuales que parten de periodistas (en general que no tienen su dinero a fin de mes, a base de la “publicidad”) tienen un propósito negativo contra ella. El mundo periodístico conspira para destruirla.

Fernández afirmó que algunos medios de comunicación "todavía nos deben la calidad institucional y democrática que han reclamado desde siempre, por supuesto a los otros, nunca a ellos mismos".

Cristina en la mayoría de sus discursos apela al recuerdo de los momentos oscuros del país (para algún desprevenido, la última dictadura militar) y celebra la democracia de hoy. Presidenta una democracia cuenta con la identificación de tres poderes (Ejecutivo, Judicial y Legislativo) independientes, independientes. Hoy no están discriminados en la práctica real.

Otro concepto a tener en cuenta. En democracia el Estado es un mediador. El diálogo, el debate y el intercambio son característica que no pueden faltar en este tipo de sistema político. ¿Hay diálogo, debate y oídos abiertos en este gobierno?

El periodismo debe informar (contar, transmitir) lo bueno y lo malo. Lo positivo y lo negativo. El Gobierno debe escuchar y decidir para el bien de la mayoría… del pueblo (tal vez acá está la dificultad).

NG

Foto: elcomercial