Llevar bigote no es nada fácil, además del cuidado que requiere arrastra un significado desfavorable: la desconfianza. Desde una vertiente psicológica se asegura que la gente reacciona con cierto rechazo o desconfianza ante estas personas. Un dato: los malvados en los cuentos infantiles “portan” pelos en la cara en contraposición a los héroes que siempre están a “cara lavada”.
Cuando se trata de recomendaciones para confeccionar la imagen de un político siempre se plantea si es aconsejable llevar o no bello en el rostro. “En los manuales se dice que, en general, la gente prefiere políticos sin pelo en la cara porque es identificado como un disfraz que da desconfianza”, explicó el asesor de imagen y marketing político Gustavo Martínez Pandiani a minutouno.com
En la comitiva K hay más de un exponente. Entre los ministros nacionales, el 67 por ciento tiene bigotes o barba. De los cuatro restantes tres son mujeres (Nilda Garre, Graciela Ocaña y Alicia Kirchner) y uno está en el límite de pasarse al bando de la mayoría (el ministro del Interior, Florencio Randazzo).
Pandiani asegura que la elección de ministros y secretarios de gobierno con “pelos en la cara” no fue una “movida estratégica” aunque cree que se va a convertir en un distintivo de este Gobierno. Los bigotes sumados al apellido Fernández serán una marca registrada del mandato K. “(El bigote) es un ícono del gabinete. Un dato de la identidad del Gobierno pero no fue algo estratégico”, explicó el especialista.
Será casualidad o no pero una gran parte de funcionarios kirchneristas tienen bigotes. El ministro de Justicia, Aníbal Fernández; el jefe de gabinete, Alberto Fernández; el secretario de Medios de Comunicación de la Nación, Enrique Albistur y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zanini, son algunos de los ejemplares (más casos se podrán ver en la galería de fotos).
Tipos de bigotes
No todos los bigotes son iguales, cada uno tiene su estilo, cuidados y recomendaciones. Pandiani enumeró tres tipos.
Sofisticados: Estos bigotes se caracterizan por ser cuidados y recortados diariamente. Una persona meticulosa es la ideal para portarlo. Entre la cúpula k se puede mencionar el bigote de Albistur y del canciller Jorge Taiana.
Militar: Este bigote es muy particular, es cortito, muy cercano a la nariz e imponente. El ejercito español le dedica un artículo particular a la importancia de que el soldado lleve un bigote “bien recortado”. El documento dice: “Tanto los señores Jefes y Oficiales como las clases de tropa que tiene a sus órdenes, usen el bigote en todo el largo del labio y muy prolijo”.
Alfonsín: El ex presidente impuso su bigote también. Se caracteriza por ser más tupido, cubre el labio y generalmente no se afeita todos los días. En el gabinete de hoy tenemos más de un exponente, por ejemplo Aníbal Fernández y el secretario de agricultura Javier de Urquiza.
Los bigotes marcaron historia, al parecer el gabinete K también.
Los bigotes marcaron historia, al parecer el gabinete K también.
Foto: Martín Sartorelli
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